El Palacio de Pena es una joya que corona la Serra de Sintra. El parque circundante, en sintonía con el carácter mágico del palacio, despierta misterio y descubrimiento. Sus rincones deleitan la vista. Los tonos coloridos del palacio, cumbre del Romanticismo en Portugal y obra de D. Fernando II, abren puertas a la imaginación. Los tonos verdes del parque circundante crean un entorno idílico, a menudo bajo la niebla de las montañas de Sintra. Este lugar, como de cuento de hadas, hace soñar a cada generación que lo visita.
El Palacio de Monserrate es una perla encantadora que se levanta en la Serra de Sintra. El jardín circundante, en perfecta armonía con el carácter exótico del palacio, despierta sensaciones de fascinación y descubrimiento. En sus rincones la gente queda asombrada. Los tonos eclécticos del palacio, un excelente ejemplo del romanticismo y la visión de Sir Francis Cook, abren las puertas a la imaginación de los visitantes. Los variados tonos de verde que colorean los jardines circundantes crean un entorno idílico, a menudo rodeado por la niebla característica de las montañas de Sintra. Como un refugio sacado de un cuento de hadas, este lugar hace soñar a cada generación que pasa y se maravilla.
El Castillo de los Moros, en la Sierra de Sintra, es testimonio de la presencia islámica en Portugal. Sus muros evocan historias de conquistas, despertando admiración y respeto. Los tonos rústicos del castillo, en armonía con el paisaje, invitan a explorar secretos del pasado. Las vistas panorámicas al Atlántico, a menudo envueltas en niebla, crean un entorno impresionante. Como un antiguo guardián, este lugar inspira a todo aquel que lo visita.
Quinta da Regaleira, en la Serra de Sintra, es un lugar de misterio y simbolismo. Sus jardines y edificios, diseñados por António Augusto Carvalho Monteiro, reflejan imágenes románticas y esotéricas con torres, cuevas y pasajes subterráneos. Pasear por los jardines es una experiencia donde la naturaleza y la arquitectura armonizan. El Pozo Iniciático, fuentes, lagos y flora exótica, rodeados de niebla, crean un escenario que encanta e inspira, manteniendo viva el aura de misterio y belleza del lugar.